Hace unos días
tuve la oportunidad de asistir al taller de
competencias lectoras, dirigido a los ATP de las escuelas secundarias técnicas
y que impartió la Lic. Marcela Alois, asesora pedagógica de grupo Norma en
nuestro país. Debido a que muchas EST carecen de esta figura (no por gusto,
sencillamente por que no existe el puesto en las escuelas pequeñas del interior
del estado) nos encontrábamos en el grupo muchos docentes del área de español.
De entrada, la
Lic. Alois compartió varios datos relacionados con el desempeño académico de
los alumnos mexicanos en pruebas internacionales, tal vez ya conocidos, pero
interesantes para recordar. En primer lugar, comentó que, hasta hace algunos
años, tanto nuestro país como Corea, se encontraban en una situación parecida
en los aspectos económico, político, social y educativo. Sin embargo,
actualmente, el desempeño académico de los estudiantes coreanos es muy superior
al de los nuestros y para alcanzar sus puntuaciones, al ritmo actual,
necesitaríamos unos 300 años... Esto queda clarísimo en los resultados
publicados en el informe PISA 2009, donde Corea del sur ocupa el segundo lugar
en comprensión lectora, el cuarto en competencia matemática y el sexto en
competencia científica, mientras que nuestro país se ubica en los lugares 48,
41 y 50, respectivamente.
En segunda
instancia, compartió un dato curioso arrojado por las encuestas que se
aplican como parte de la prueba PISA a los estudiantes, la cual mostró que los
alumnos mexicanos son, entre todos los países miembros de la OCDE, los que
dedican más horas (no escolares) al estudio (aunque aún no encuentro la
información para corroborar el dato, pero seguramente, debe haber)
Entonces... ¿Por
qué estamos tan mal? La tallerista mencionaba entre las posibles causas las
deficiencias en los hábitos y comprensión lectora de los estudiantes y de los
mismos docentes. ¿Cómo palear esta situación? La respuesta que nos da Alois es
sencilla de plantear, pero muy difícil de llevar a cabo. Elevar, del nivel 0 ó
1 al 3 la comprensión lectora de nuestros estudiantes de acuerdo a los
estándares de PISA.
Para esto,
sugiere, siguiendo la cadena de mando, que los asesores técnico pedagógicos y
los directivos implementen acciones a nivel institucional donde se busque
fortalecer el enfoque curricular de nuestro nuevo plan y programa de estudios.,
En conclusión, deben tomarse acciones pensadas para trabajar en aras de que el
último grado del nivel educativo al que pertenecemos logre cumplir con las
metas propuestas. Así, los docentes de primero de secundaria, deben fomentar el
logro de los aprendizajes esperados que permitan a los alumnos de segundo grado
alcanzar, a su vez, los propósitos establecidos para el tercer curso de ese
nivel académico.
Debido a que el
Plan y los Programas 2011 establecen estándares curriculares que orientan el enfoque de los mismos hacia
el trabajo de las competencias lectoras, mediante la enseñanza a través de las
prácticas sociales del lenguaje, la propuesta de fortalecer los hábitos de
lectura en nuestros alumnos es más que lógica, es apremiante y totalmente
necesaria.
Para comprender y
hacer el diagnóstico de la situación de nuestras escuelas, Alois presentó dos teorías
relacionadas con las competencias lectoras. La primera, basada en el trabajo
del doctor Sergio Tobón, donde clasifica el dominio de la competencia de la
siguiente manera:
Nivel de dominio de la
competencia (1)
|
||||
0 Sin nivel
|
Receptivo-Inicial
|
Básico
|
Autónomo
|
Estratégico
|
Aprendizajes de nociones muy
generales sin organización, aprendizajes de algunos conocimientos pero sin
manejo de procedimientos ni
actividades de la competencia, baja motivación y compromiso
|
Recepción
y comprensión general de la información, desempeño es muy básico y operativo,
baja autonomía, se tienen nociones sobre el conocer y el hacer, hay
motivación frente a la tarea
|
Se
resuelven problemas sencillos del contexto, hay elementos técnicos de los
procesos implicados en la competencia, se poseen algunos elementos básicos, s
realiza las actividades asignadas
|
Se
resuelven problemas sencillos del contexto, se tienen elementos técnicos de
los procesos implicados en las competencias, se poseen algunos elementos
básicos, s realiza las actividades asignadas
|
Se
plantean estrategias de cambio en la realidad, hay creatividad e innovación, hay
desempeños intuitivos de calidad, hay altos niveles de impacto en la realidad,
hay análisis prospectivo y sistémico de los problemas, se tiene un alto
compromiso con bienestar propio y de
los demás
|
Si analizamos detenidamente a nuestros alumnos,
podremos darnos cuenta de que muchos de ellos se ubican del nivel cero y hasta
el básico, lo que puede darnos una mejor idea de cuál es la situación a la que
debemos hacerle frente.
Después de esta oportunidad de diagnóstico, Alois
nos presentó los niveles de competencia lectora a los que debemos aspirar en nuestras
aulas, con base en la teoría de Goldman, donde se mencionan 5 niveles:
Niveles de comprensión lectora de
Goodman
|
Características
|
Nivel literal
|
Leer conforme al texto. Solicita respuestas simples, que están explícitas
Implica acceso al léxico y análisis
|
Nivel
inferencial
|
Explicación agregando informaciones y experiencias anteriores,
relacionando lo leído con saberes previos, formulando hipótesis y nuevas ideas.
Elaboración de conclusiones. Implica:
Integración, resumen y elaboración
|
Nivel Crítico
|
Juicio sobre el texto leído, aceptamos o rechazamos con fundamentos.
Tiene un
carácter evaluativo donde
interviene la formación del lector, su criterio y
conocimientos de lo leído.
|
Nivel
Apreciativo
|
Comprende las dimensiones cognitivas anteriores. Incluye:
Respuesta emocional al contenido
Identificación con los personajes e incidentes, sensibilidad hacia los
mismos, impatía y
empatía.
Reacciones hacia el uso del lenguaje del autor.
Símiles y metáforas:
|
Nivel Creedor
|
Creamos a partir de la lectura. Incluye cualquier actividad que surja
relacionada con el texto.
Nos apropiamos
de la información para utilizarla en diferentes contextos.
|
Para cerrar, la
tallerista nos presentó la tipología de comprensión lectora de Vallés Arándiga (1991):
- Comprensión literal: implica necesariamente el reconocimiento y recuerdo de los hechos tal y como aparecen en el texto. Es el caso de la repetición de las ideas principales, los detalles y las secuencias de los acontecimientos. Es la comprensión propia de los primeros años de escolaridad.
- Comprensión interpretativa: supone reconstruir el significado extraído del texto, relacionándolo con las experiencias personales y el conocimiento previo que se tenga con respecto al tema objeto de lectura. Es una comprensión propia de lectores activos (tercer ciclo de Primaria y primero de Secundaria).
- Comprensión evaluativa: supone la formación de juicios propios y la expresión de opiniones personales acerca de lo que se lee. Es propia de lectores expertos (segundo ciclo de Secundaria y Bachillerato).
- Comprensión apreciativa: supone el grado de afectación del lector con respecto al contenido, a los personajes, al estilo personal del autor de transmitir emociones; representa el nivel de comunicación obtenido entre el autor y lector. Es propia de lectores consumados en obras literarias (adultos).
Con base en esta información
pidió analizar las dificultades más comunes que se presentan en los niveles de
comprensión literal e interpretativa y
realizar un mapa conceptual de las habilidades cognitivas necesarias para evitarlos.
Tomando como base este taller, y
las indicaciones en el departamento de Secundarias Técnicas, donde en buena
parte de las zonas se nos han proporcionado ya los formatos para la evaluación
de la velocidad, la comprensión y la fluidez y se nos ha pedido hacer el
diagnóstico y ahora la segunda etapa evaluativa, considero interesante la
propuesta de analizar la teoría que envuelve el tema del desarrollo de
competencias lectoras, así como la importancia de compartir entre los docentes
el material, formatos e información relacionada.
Para cerrar, creo justo decir que
este taller debió impartirse a los docentes, para que todos tuviéramos una idea
más clara de que estrategias utilizar para favorecer en todas las etapas el
desarrollo de estas competencias. Pero por ahora, me conformo con compartir la
información adquirida para hacer de nuestro trabajo una tarea educativa de
calidad.